¿Cómo puede el movimiento mejorar la piel?

La búsqueda de alcanzar una piel de aspecto más joven no se trata solo de seguir una rutina de productos superior, se trata también de un estilo de vida saludable: la alimentación y el ejercicio son parte de este proceso.

Combinar el movimiento físico diario con alimentos nutricionales es vital para preservar la juventud y mantener una salud óptima. Parece fácil decirlo pero no tanto conseguirlo ¿verdad?. La clave está en el equilibrio, por lo que nos será más fácil persuadir este objetivo si tenemos una rutina consolidada. Los efectos inmediatos los encontrarás positivamente en la oxigenación de la piel. La piel es un órgano externo compuesto por dos capas principales: la epidermis y la dermis, que contienen vasos sanguíneos, nervios y glándulas sudoríparas. Los nutrientes pasan de la dermis a la epidermis mediante difusión y el ejercicio es una estrategia eficaz para activar este proceso. Igualmente importante, el aumento del flujo sanguíneo ayuda a mejorar la micro circulación profunda en las capas de la piel, lo que mantiene la piel firme y suave, dándole una apariencia saludable y resplandeciente.

Pero los beneficios del movimiento físico regular va más allá del bienestar físico, ya que puede impactar significativamente la salud y la apariencia de la piel al aumentar la producción de colágeno. El colágeno y la elastina son proteínas esenciales que proporcionan estructura y soporte a la piel, los huesos, los tendones, el tejido conectivo y los ligamentos. Desafortunadamente, estas proteínas disminuyen a medida que envejecemos y la piel pierde su tirantez, lo que provoca laxitud de la piel. No obstante, se ha demostrado que el ejercicio rutinario estimula la producción de colágeno, lo que puede ayudar a mejorar la vitalidad de la piel y un envejecimiento saludable en general.

Puedes empezar con movimientos suaves, como por ejemplo, andar con regularidad, hacer estiramientos, o hacer yoga, todo ello te ayudara a mejorar el flujo sanguíneo para oxigenar la piel. Incorporar algunas de estas prácticas a tu rutina puede ayudarte a mantenerte activo y con energía sin mucho esfuerzo.

En última instancia, puede que no se trate de un ejercicio específico, sino de seguir una rutina regular que te anime a sudar para hacerlo de manera constante. Recuerde, el objetivo del ejercicio no debe ser simplemente abordar la imagen corporal; el movimiento es esencial para restaurar el equilibrio general de nuestra mente, cuerpo y espíritu; El movimiento diario fortalece tu salud física y nutre tu alma.